Pobres los hombres que creen que las mujeres quieren parecerse a ellos. Mezquinos aquellos que ven una competencia en el feminismo. Odiosos los que comprenden al ser humano sólo en cuanto hombre, sin ver que ese concepto no entiende de sexos. No, señores míos, la lucha no va contra ustedes. La causa intenta consolidar el triunfo de las ideas de la Ilustración; que, dado el letargo inherente a nuestra especie, ha costado tiempo y vidas su afianzamiento. Cuánto nos sigue costando convertir esas ideas en garantías; en una realidad que sea inamovible. Pero todavía algunos osan burlarse y malinterpretar un movimiento que persigue la defensa de derechos básicos y reconocibles a la raza humana: hombres y mujeres. Dejemos de obstaculizar nuestro camino hacia la igualdad para, una vez conseguida, podamos centrarnos en los otros problemas que nos acosan. Pero este entendimiento se tiene que dar en conjunto, hombres y mujeres, pues tozudos e ignorantes abundan en ambos sexos.
Empecemos, pues, por no malinterpretar ese concepto. La igualdad es un derecho que radica en el respeto a las diferencias. Porque los hombres y las mujeres no somos iguales. Nuestras naturalezas son distintas, nuestras hormonas nos dominan de forma diferente. Sólo a partir de comprender esta realidad, podremos comenzar la búsqueda de lo común. Se dice que ante la ley somos iguales y efectivamente debe ser así, pero ¿podremos llegar, algún día, a escavar más hondo y no quedarnos en aspectos tan superficiales? ¿Podremos terminar con una competencia jerárquica y poner en orden nuestro mundo? ¿Se llegará al punto en el que deje de tener sentido hablar de feminismo?
Cuando las sociedades se pongan las gafas del feminismo, y se vea el mundo a través de ellas, esta teoría no será necesaria. En ese momento las empresas valorarán un currículum por la valía del candidato y se dejará de pensar en equilibrar la plantilla de empleados. Dejará de usarse el término “baja por maternidad” y se hablará de “baja por nacimiento” o algo parecido. Serán cansinos los debates lingüísticos sobre el masculino o femenino de un concepto. Desaparecerán del diccionario términos absurdos como el de “ninfómana”. Y otros aspectos que no cabe enumerar; situaciones que hoy se entienden como victorias, pero que tendrán que instaurarse como hábitos comunes e inherentes a todos.
No olvidemos que este es tan sólo un eslabón en la cadena de la evolución moral. No hay que perder esta perspectiva. Así que pobres de aquellos, que no ven el perjuicio que hacen a la humanidad, por seguirse empecinando en ideas obsoletas…
R.III
Coatlicue (La de la falda de serpientes) divinidad femenina de la vida y la muerte, de la tierra y la ferilidad.
Museo de Antropología de México
20/12/11 at 18:47
Ojalá…
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26/12/11 at 03:14
Resulta paradójico que el ser humano dotado de capacidad de raciocinio se permita a si mismo debates como este, que no estaría de más irse ventilando.
Porque algo es cierto, varias personas sentadas debaten, la proporcion de hombres que hablan es mayor que la de las mujeres, las opiniones de los hombres son mas valoradas que las de las mujeres, y esas mujeres han de estar mucho mas seguras de que controlan el tema lo suficiente como para hablar, seguridad que los hombres traen de fabrica.
Pequeños granitos de arena harán que esto, vaya a parar algún estadio al que desearíamos ser invitados.
«No es saludable estar ajustado a una sociedad profundamente enferma» Jiddu Krishnamurti.
Una que aterrizo de casualidad hace unas semanas, que guardó la dirección y que constata que es un placer leerle.
LIBERTAD!
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26/12/11 at 10:22
Hoy en día es un debate, antes ni siquiera era materia de atención, pero ya va siendo hora de que demos un paso definitivo hacia arriba en nuestra escala moral. Cuando ya no vuelva a ser materia de debate, cuando ya sea una realidad la igualdad, el paso se habrá dado y entonces nos centraremos en el siguiente punto a mejorar.
La verdad es que me he atrevido a levantar mi voz, pero no con mucha seguridad. te garantizo que las expertas en Género son algunas de mis amigas, con las que charlando al respecto, han sido pábulo a esta reflexión.
Muchas gracias por tu comentario,
R.III
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8/01/12 at 21:04
[…] niños. Pues eso es lo que pasa en Ostracismo de los reyes magos. O échele un vistazo a algunas de las Reflexiones sobre feminismo, sobre la amistad o sobre la […]
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14/06/13 at 11:50
Creo que es importante mencionar que uno de los grandes aportes de la Ilustración y encabezado por la filósofa feminista Simone de Beauvoir es desmentir que existe desigualdad porque somos diferentes biológicamente, es decir por nuestro sexo (en el texto se menciona como naturaleza). El pensamiento feminista señala constantemente que el factor clave y crucial que genera desigualdad (opresión) es el género, es decir la construcción socio-cultural realizada a partir de los sexos. De aquí la importante y célebre frase de Simone de Beauvoir » no se nace mujer se llega a serlo». Es importante mencionar que la desigualdad no es natural y por lo tanto no es innata sino socialmente construida impuesta, por la cultura y los usos sociales -diría Beauvoir- y un siglo más tarde añadiría la feminista estadunidense Judith Butler que también puede ser elegido, por lo tanto es posible desmantelarla y construir sociedades libres e iguales entre las personas. Es a partir de entender que las diferencias son socialmente construidas que se puede llegar a un entendimiento común, de aquí parten los proyectos y propuestas feministas e de igualdad y no entendiendo que tenemos sexos y «naturalezas» diferentes….
Otro punto que me parece importante no confundir es que, si seguimos el marco de la ilustración, tal y como hace el texto y del feminismo en particular es importante desmentir lo que proclama el autor «igualdad en la diferencia» al menos como bandera feminista ya que no lo es. Beauvoir y el feminismo en general abogan por el cultivo de las diferencias en la igualdad -en vez de «igualdad en la diferencia»- de manera que cada sexo sea otro para el otro, pero en relación de reciprocidad.
Me parecía importante evitar que realmente se malinterpreten algunos conceptos y espero que este aporte al debate abierto haya podido ser útil.
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14/06/13 at 12:22
No sólo son importantes tus aportes Violeta, sino imprescindibles. Estoy en total acuerdo con los matices que mencionas. Muchas gracias por tomarte la molestia de exhibirlos tan al detalle.
R.III
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7/03/14 at 02:43
A estas alturas de la vida, y que se vaya a extinguir antes el mal nombrado estado de bienestar que el sistema patriarcal.
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7/03/14 at 10:00
Por eso no hay que confundir la evolución con progreso. La evolución es cambio y a veces esos cambios son negativos. El problema es que los grandes fallos de la naturaleza han llevado a muchas especias a su extinción. Un abrazo Aítor, R.III
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13/04/14 at 12:54
La única evolución moral hacia algo positivo, es tomar en serio los valores bíblicos, no los que tú dices.
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14/04/14 at 10:19
Se agradecería un poco más de concreción. Centrados en este aspecto, ¿qué valores bíblicos -que no dudo que los haya- podrían mejorar la situación de las mujeres? ¿Crees que en algún periodo histórico se han llevado a cabo? ¿Ha existido una época en la que estuvieran presentes? De no ser así, ¿cuál sería tu propuesta?
Gracias por comentar Judith
R.III
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26/10/16 at 18:16
[…] Reflexiones sobre el feminismo […]
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