Hoy es uno de esos días en el que ciertos sentimientos se entremezclan. Llegas a casa directo a la botella de vino y pones música. Las notas que comienzan a sonar no son las de una canción al azar, sino las de ésa que se ha repetido en tu cabeza durante toda la tarde. Ésa que potencia el sentimiento que no terminas de definir. Además, en la calle llueve tenuemente (otro factor intensificador). ¡Cómo te gusta la lluvia, Orteguita! Siempre has sentido fascinación por este fenómeno, por eso es que un día lluvioso nunca te deja indiferente. De qué buen humor te encontrabas hace unos instantes, pero ahora, aunque sigues feliz un atisbo de melancolía se ha colado en tu cuerpo. ¿Será la canción Orteguita, o quizá la copa de vino? Todo mundo pasa por estos momentos quieres creer, para no darle más importancia de la que en el fondo crees que tiene. ¿Entonces por qué ponerlo en palabras?
Ayer fue tu última clase del semestre. Les leíste a tus alumnos un poema de Antonio Machado. Mientras lo hacías te diste cuenta de que esos versos no los dejaban impasibles “caminante no hay camino/el camino se hace al andar”. Así es chicos, el camino que están tomando ahora los llevará por lugares insospechados, les dijiste, y en algún momento llegarán a una edad en la que reflexionarán sobre ese camino recorrido. Como estás haciendo tú, Orteguita, pero eso no se los dijiste. También les leíste ese poema de Jaime Gil de Biedma y se te quebró la voz en esa parte de: “Podría recordarte que ya no tienes gracia / que tu estilo casual y desenfadado / resultan truculentos/cuando tienes más de treinta años”. Pero ellos no notaron nada, no te preocupes Orteguita.
Repites la canción en el ordenador y te sirves otra copa de vino. Recuerdas ese pasaje de Alicia en el País de las Maravillas. Alicia está llorando en un bosque oscuro porque se ha perdido. En medio de su llanto aparece un gato que le pregunta por qué se encuentra así. Alicia entre sollozos le dice que está perdida y que no sabe qué camino escoger. El gato le inquiere a dónde desea ir y ella le contesta que no sabe, pero que le da igual con tal de salir de esa situación. Y muy sabiamente el gato le sugiere que, entonces, también da igual el camino que escoja. ¡ah, Orteguita, cuántas veces no habrás contado esa anécdota para aconsejar a todos los que han venido a ti a pedir consejo! Lo importante en la vida es no quedarse llorando en un bosque oscuro, sino comenzar a caminar en cualquier dirección, pues finalmente un camino te llevará a otro y así uno forjará su vida “golpe a golpe / verso a verso”. ¿Y entonces por qué te sientes con humor de adentrarte en ese bosque, Orteguita?
Termina por tercera vez la canción y el sonido de la lluvia te vuelve a hacer consciente de tu alrededor. Y al ver que ese ligero orvallo se ha convertido en un aguacero, comienzas a entender que tampoco te han salido tan mal las cosas. Siempre le damos mucha importancia al presente, es el tiempo que parece que tiene más fuerza; el pasado y el futuro parecen inconsistentes ante la densidad del presente. Pero Heidegger nos mostró que esto es falso. Los seres humanos somos proyección, y esta proyección es lo que nos incita a seguir adelante. Y seamos sinceros, Orteguita, si de algo te puedes jactar es de tener grandes proyectos, ¿no? Pues corre, deja ya en paz esa canción y esas copas de vino y sal a buscar tu vida.
R.III
19/12/11 at 01:35
Orteguita prefiere el vino a la cerveza. Orteguita se obsesiona con una canción y la repite. Orteguita recomienda leer a Carver. Orteguita siempre lleva sus audífonos puestos. Orteguita cocina rico. Orteguita ríe a carcajadas. Orteguita cuestiona. A Orteguita no le gusta el futbol. Orteguita anda en bicicleta con Orteguita. Orteguita viaja. Orteguita ama. Orteguita se cuestiona y se reconoce. Orteguita es crítico. Orteguita intercambia libros. Orteguita escribe. Orteguita puede llevar lentes oscuros. Orteguita es un tipazo y prefiere el vino a la cerveza.
Me gustaMe gusta
19/12/11 at 12:09
Mi buen Candiani ¿no estarás insinuando que soy un ególatra que sólo usa el blog para hablar de sí mismo? jejejejej. Saludos intercontinentales 🙂
Me gustaMe gusta
20/12/11 at 02:30
No, no, ja. Si estas entradas son las que más me gustan. Además Orteguita es un tipazo. Un abrazo.
Me gustaMe gusta
19/12/11 at 05:24
Muy bueno. Algo personal. Me gusta eso de que «el pasado y el futuro parecen inconsistentes ante la densidad del presente».
Me gustaMe gusta
16/03/16 at 20:57
[…] También puedes visitar algo más melancólico como El camino de Orteguita […]
Me gustaMe gusta
26/10/16 at 18:16
[…] El camino de Orteguita […]
Me gustaMe gusta
17/10/17 at 21:10
[…] Si te ha gustado esta entrada no dejes de leer El camino de Orteguita. […]
Me gustaMe gusta