Ayer te dejé con esa mirada
con tu mano otra vez en mi abrigo
deteniéndome
con la pregunta
cuya respuesta conoces
por costumbre
¿qué día vuelves, papá?
ayer te dejé
como desde hace años
bajo esa mirada nueva
de semanas
quizá meses
y hoy
sin atinar a saber lo que te ocurre
porque tú tampoco lo sabes
careces de palabras precisas
los niños sienten cosas que
todavía no saben nombrar
y la expresión es el sumo conocimiento
tu mirada me habla
yo la rehúyo
pues me tengo que marchar
y mientras me quito el peso
de tu mano
algo de mí se pierde
en tu sentir
quiero ser parte de tu vida
lo soy
pero sólo de tu vida
no de tu alrededor
tú no estás solo
para tu fortuna
para la mía que es la tuya
para mi desgracia también
¿qué influencia tendré en ti
si no soy quien te lleva agua
cuando tienes fiebre?
¿cómo hablarte de la bondad
de las letras
de la vida?
con un puñado de horas
con la media vida que suponen
esos “fines de semana alternos”
vivo una mentira que me creo a medias
“la calidad vencerá al tiempo”
aunque el tiempo es el lugar
que se esfuma
a través de tus manos crecientes
en tu percepción del mundo
en la realidad
que te das cuenta
no puedes cambiar
de una consciencia dolorosa
que te divide en dos
ayer te dejé otra vez
y esas manos diminutas
donde fluye el tiempo
manos que me sujetan
para atrapar mi pupila con esa mirada tuya
para apresar mis labios
con esa pregunta tuya
con tu enigma
que hoy me hace llorar
R.III
29/11/11 at 11:54
Tu hijo tiene suerte de tener un padre con tanta sensibilidad y cariño como tú. Me ha emocionado mucho esta entrada 🙂
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29/11/11 at 19:26
No es la cantidad de horas, Ramón, es la calidad… recuérdalo. No es fácil pero es lo que importa, al fin y al cabo son los hijos los que nos juzgan, como nosotros juzgamos a nuestros padres alguna vez
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30/11/11 at 11:28
Pues sí Andrea, lo que dices es algo que no me canso de repetirme, pero la incertidumbre sigue ahí. Mediar entre el juego y la disciplina, entre la afabilidad o relajo y la enseñanza de buenos modales, entre el cariño y la educación. En fin, qué te voy a contar que no vivas tú con tus peques…
Un abrazo y gracias… R.III
P.s.- Espero todo vaya bien con tu novela…
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2/12/11 at 18:47
Ya te dirè cuando «salga a la luz», por ahora está en manos del editor que la prepara…
Un abrazo
Andrea
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30/05/13 at 22:04
[…] Ayer te dejé con esa mirada […]
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